El origen del “Día del Niño”, se remonta al 20 de noviembre del año 1959, en Ginebra, Suiza; cuando la Asamblea General de la ONU, unificó los Derechos de los Niños, aprobando la Declaración y la Convención de los mismos.

Sin embargo, su celebración varía en ciertos países; como es el caso de México, quien lo festeja desde hace 100 años en un día como hoy. Gracias a que, el 30 de abril del año 1924, se oficializó esta fecha durante la presidencia del político Álvaro Obregón y la labor del licenciado José Vasconcelos, Ministro de Educación Pública. Con el objetivo de recordar su vulnerabilidad y fomentar su identidad en un ambiente seguro y feliz.

Por otro lado, recordando que, de acuerdo al Artículo 60: el descanso, el esparcimiento, el juego y las actividades recreativas, forman parte de los Derechos de los Niños; los juguetes han existido desde el inicio de la humanidad, mediante su construcción con madera, huesos y piedras.

Aunque, para la creación de un juguete solo es necesaria la imaginación; actualmente, están regidos por regulaciones técnicas como la Norma Oficial Mexicana NOM-253-SE: “Juguetes-Requisitos de seguridad mecánica, física, eléctrica e inflamabilidad”; para su fabricación, importación y comercialización en el país.

Por supuesto, de la mano de la Metrología, quien permite garantizar los estándares de calidad a través de procesos más precisos y eficientes en su elaboración, para asegurar y cumplir con los requisitos de seguridad que salvaguarden a los niños.

Es así que, los juguetes además de divertir y ser parte de la infancia, también estimulan la creatividad, el aprendizaje y el crecimiento, de manera física e intelectual. Lo que es esencial, para explorar y descubrir el mundo actual.

¡Celebra a los niños que te rodean y por qué no, también consiente a tu niño interior!